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La sarna es una afección cutánea muy contagiosa causada por un diminuto ácaro llamado Sarcoptes scabiei. Este pequeño arácnido se entierra bajo la piel, donde pone huevos y provoca una intensa picazón que suele empeorar por la noche. La picazón se debe a una reacción alérgica del organismo a las secreciones y excrementos del ácaro. 

Aunque la sarna puede afectar a personas de cualquier edad y condición social, es más común en niños, personas que viven en condiciones de hacinamiento y en aquellos con un sistema inmunitario debilitado. Además de la picazón, la sarna puede causar erupciones cutáneas, ampollas y lesiones de rascado. 

En este artículo, exploraremos en detalle qué es la sarna, cómo se transmite, cuáles son sus síntomas, cómo se diagnostica y, lo más importante, cómo se trata. 

¿Qué es la sarna?

La sarna, también conocida como escabiosis, es una infección de la piel causada por un pequeño ácaro parásito llamado Sarcoptes scabiei. Este diminuto insecto excava túneles microscópicos en la capa externa de la piel, donde deposita sus huevos. La reacción de nuestro cuerpo a la presencia de estos ácaros y sus huevos provoca una intensa picazón, que es el síntoma más característico de la sarna

¿Cómo se transmite la sarna?

La sarna es una afección altamente contagiosa que se propaga principalmente a través del contacto directo piel con piel. Esto significa que al tocar a una persona infectada, el ácaro de la sarna puede pasar de una persona a otra. A continuación, detallaremos las formas más comunes de contagio: 

  • Contacto sexual: durante las relaciones sexuales, el contacto cercano y prolongado de la piel facilita la transmisión del ácaro. 
  • Compartir la cama: dormir en la misma cama que una persona infectada aumenta el riesgo de contagio. 
  • Compartir ropa y ropa de cama: aunque es menos común, el ácaro puede sobrevivir por un corto tiempo fuera del cuerpo humano y transmitirse a través de objetos contaminados, como ropa, toallas o sábanas. 

¿Cuáles son los síntomas de la sarna?

La sarna provoca una serie de síntomas característicos, siendo el más común una picazón intensa que suele empeorar por la noche. Esta picazón se debe a una reacción alérgica de nuestro cuerpo a las sustancias que el ácaro libera y a sus excrementos. Además de la picazón, otros síntomas comunes incluyen: 

  • Erupciones cutáneas: estas erupciones suelen aparecer en forma de pequeñas protuberancias rojas, similares a granos, que pueden formar grupos o líneas. 
  • Surcos en la piel: los ácaros excavan túneles microscópicos en la piel, dejando pequeñas líneas onduladas y elevadas. Estos surcos son más fáciles de ver en áreas de piel clara, como las muñecas, los dedos y los codos. 
  • Ampollas: pequeñas ampollas que pueden romperse y formar costras. 
  • Lesiones por rascado: debido a la intensa picazón, las personas con sarna a menudo se rascan con fuerza, lo que puede provocar heridas abiertas y aumentar el riesgo de infección. 

¿Cómo se diagnostica la sarna?

El diagnóstico de la sarna se basa principalmente en la evaluación clínica del paciente y en la identificación del ácaro o sus huevos. 

¿Qué hace el médico?

  • Examen físico: el médico examinará tu piel en busca de signos característicos de la sarna, como: 
  • Surcos en la piel: pequeñas líneas onduladas y elevadas causadas por los túneles que excava el ácaro. 
  • Pápulas: pequeñas protuberancias rojas. 
  • Vesículas: pequeñas ampollas. 
  • Costras: en casos de rascado intenso. 
  • Lesiones por rascado: marcas en la piel causadas por el rascado constante. 
  • Raspado cutáneo: en muchos casos, el médico tomará una pequeña muestra raspando suavemente la piel en el área donde se sospecha la presencia de ácaros. Esta muestra se examina bajo un microscopio para identificar los ácaros, sus huevos o sus excrementos. 

¿Cómo se trata la sarna?

El tratamiento de la sarna tiene como objetivo eliminar los ácaros y sus huevos, así como aliviar los síntomas. Los medicamentos más comunes son tópicos (se aplican directamente sobre la piel) y, en algunos casos, orales. 

Tratamiento tópico

  • Permetrina: es el tratamiento de primera línea para la sarna. Se aplica en crema sobre toda la piel, desde el cuello hacia abajo, y se deja actuar durante un tiempo determinado (según las indicaciones del médico). 
  • Crema de azufre: otra opción efectiva, aunque puede ser más irritante para la piel. 
  • Bencil benzoato: también se utiliza, pero puede ser menos efectivo que la permetrina. 

Tratamiento oral

  • Ivermectina: se utiliza en casos graves o cuando el tratamiento tópico no ha sido efectivo. Se administra en forma de pastilla. 

Prevención de la sarna

La sarna es altamente contagiosa, pero con las precauciones adecuadas, puedes prevenirla y evitar su propagación. A continuación, te presentamos algunas medidas clave: 

Medidas preventivas

  • Evitar el contacto directo con personas infectadas: esta es la medida más efectiva para prevenir el contagio. Si conoces a alguien que tiene sarna, evita el contacto físico directo con ellos y sus pertenencias. 
  • No compartir objetos personales: evita compartir ropa, toallas, sábanas, peines o cualquier otro objeto que haya estado en contacto con la piel de una persona infectada. 
  • Lavar la ropa a altas temperaturas: lava toda la ropa, ropa de cama y toallas que hayan estado en contacto con una persona infectada con agua caliente y detergente. Seca la ropa a alta temperatura. 
  • Limpiar a fondo las superficies: limpia y aspira regularmente las superficies que hayan estado en contacto con la persona infectada, como sofás, colchones y alfombras. 
  • Mantener una buena higiene personal: lávate las manos con frecuencia, especialmente después de tener contacto con personas o objetos que puedan estar contaminados. 
  • Trata a todos los miembros del hogar: si un miembro de tu familia tiene sarna, es importante tratar a todos los miembros del hogar para evitar reinfecciones. 

En entornos comunes 

  • Centros de cuidado infantil: en estos lugares, es fundamental mantener una buena higiene y lavar con frecuencia la ropa de cama y los juguetes. 
  • Residencias de ancianos: en estos entornos, es crucial identificar y tratar rápidamente los casos de sarna para evitar brotes. 
  • Prisiones: debido a las condiciones de hacinamiento, la sarna puede propagarse rápidamente. Es importante implementar medidas de higiene adecuadas y tratar los casos de forma rápida y efectiva. 

 

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