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¿Alguna vez has notado tus pies o tobillos más hinchados de lo normal al final del día? Esta hinchazón, conocida como edema, es un signo de que algo no anda bien en nuestro organismo. El edema se produce cuando se acumula un exceso de líquido en los tejidos del cuerpo, causando una inflamación visible. 

Aunque es más común en las extremidades inferiores, el edema puede afectar cualquier parte del cuerpo y puede ser un síntoma de una amplia variedad de afecciones médicas, desde problemas cardíacos hasta trastornos renales. 

En este artículo, analizaremos en profundidad qué es el edema, cuáles son sus causas más comunes, cómo se manifiesta y cuáles son las opciones de tratamientos disponibles. 

¿Qué es el edema?

El edema es la acumulación anormal de líquido en los tejidos del cuerpo, lo que provoca hinchazón y sensación de pesadez en la zona afectada. Este exceso de líquido se acumula principalmente en el espacio intersticial, es decir, el espacio entre las células y los vasos sanguíneos. 

Causas del edema

El edema es la acumulación excesiva de líquido en los tejidos. Esta acumulación puede ser causada por una variedad de factores, que a menudo están relacionados con problemas en el corazón, los riñones, el hígado o el sistema circulatorio. A continuación, explicaremos algunas de las causas más comunes: 

Causas Cardiovasculares

  • Insuficiencia cardíaca: cuando el corazón no bombea sangre de manera eficiente, se acumula líquido en los pulmones y en las extremidades inferiores.
  • Enfermedad arterial coronaria: la obstrucción de las arterias coronarias puede reducir el flujo sanguíneo al corazón y contribuir al edema.
  • Arritmias: alteraciones en el ritmo cardíaco pueden afectar la capacidad del corazón para bombear sangre de manera adecuada.

Causas Renales

  • Enfermedad renal crónica: los riñones son los responsables de eliminar el exceso de líquido del cuerpo. Cuando los riñones no funcionan correctamente, se produce una acumulación de líquido.
  • Síndrome nefrótico: esta enfermedad provoca que los riñones pierdan proteínas en la orina, lo que disminuye la presión oncótica y favorece la formación de edemas.
  • Glomerulonefritis: la inflamación de los glomérulos (pequeños filtros en los riñones) puede dañarlos y causar edema.

Causas Hepáticas

  • Cirrosis: la cirrosis hepática daña el hígado y puede provocar la acumulación de líquido en el abdomen (ascitis).
  • Síndrome hepatorrenal: esta complicación de la cirrosis puede causar insuficiencia renal y edema.

Causas Vasculares

  • Insuficiencia venosa crónica: las válvulas de las venas de las piernas no funcionan correctamente, lo que dificulta el retorno de la sangre al corazón y provoca edema en las piernas.
  • Trombosis venosa profunda: la formación de un coágulo de sangre en una vena profunda puede causar dolor, inflamación y edema.
  • Varices: las venas varicosas son venas dilatadas y tortuosas que pueden causar edema en las piernas.

Síntomas del edema

El edema se manifiesta principalmente a través de la hinchazón de los tejidos afectados. Sin embargo, los síntomas pueden variar dependiendo de la gravedad y la localización del edema. 

  • Hinchazón: es el síntoma más evidente. Puede aparecer en los pies, tobillos, piernas, manos, cara, abdomen o incluso en los pulmones. 
  • Piel estirada y brillante: la piel sobre la zona afectada puede tener un aspecto tenso y brillante. 
  • Huellas o fóveas: si presionas la zona hinchada con el dedo, puede quedar una marca o hoyuelo que tarda unos segundos en desaparecer. 
  • Sensación de pesadez: las extremidades afectadas pueden sentirse pesadas y cansadas. 
  • Dolor: en algunos casos, el edema puede causar dolor, especialmente si se acompaña de inflamación.
  • Dificultad para mover las articulaciones: la hinchazón puede limitar el movimiento de las articulaciones  afectadas. 
  • Aumento de peso: la acumulación de líquido puede provocar un aumento de peso repentino. 

Tratamiento del edema

El tratamiento del edema se centra principalmente en abordar la causa subyacente de la acumulación de líquido. Sin embargo, también existen medidas generales que pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. 

Tratamiento de la causa subyacente

El tratamiento específico dependerá de la causa del edema. Algunos ejemplos incluyen:

  • Insuficiencia cardíaca: medicamentos para fortalecer el corazón y reducir la retención de líquidos.
  • Enfermedad renal: medicamentos para controlar la presión arterial y reducir la cantidad de proteína en la orina.
  • Cirrosis hepática: medicamentos para reducir la presión en la vena porta y limitar la producción de líquido.
  • Insuficiencia venosa: uso de medias de compresión, elevación de las piernas y escleroterapia.
  • Trombosis venosa profunda: anticoagulantes y, en algunos casos, procedimientos para eliminar el coágulo.

Medidas generales

Además del tratamiento de la causa subyacente, se pueden adoptar las siguientes medidas para aliviar los síntomas del edema: 

  • Elevación de las extremidades: elevar las piernas por encima del nivel del corazón puede ayudar a reducir la hinchazón.
  • Medias de compresión: las medias de compresión ejercen presión sobre las piernas y ayudan a mejorar la circulación.
  • Reducción de la ingesta de sodio: el sodio retiene líquidos en el organismo, por lo que reducir su consumo puede ayudar a disminuir el edema.
  • Ejercicio físico: la actividad física regular puede mejorar la circulación y reducir la hinchazón.
  • Diuréticos: estos medicamentos ayudan a eliminar el exceso de líquido del cuerpo a través de la orina. Sin embargo, su uso debe ser supervisado por un médico.

Prevención del edema

Aunque no siempre es posible prevenir el edema, especialmente cuando es causado por una enfermedad subyacente, existen varias medidas que puedes tomar para reducir el riesgo o minimizar sus efectos. 

  • Controlar el peso: el sobrepeso puede aumentar la presión en las venas y contribuir al edema.
  • Reducir el consumo de sodio: el sodio retiene líquidos en el cuerpo, por lo que limitar su ingesta puede ayudar a prevenir la hinchazón.
  • Aumentar el consumo de potasio: alimentos ricos en potasio como plátanos, espinacas y aguacate pueden ayudar a equilibrar los niveles de sodio y reducir la retención de líquidos.
  • Actividad física regular: el ejercicio ayuda a mejorar la circulación y a prevenir la acumulación de líquido en las piernas.
  • Elevar las piernas: elevar las piernas por encima del nivel del corazón durante al menos 30 minutos varias veces al día puede ayudar a reducir la hinchazón.
  • Usar medias de compresión: las medias de compresión ayudan a mejorar la circulación y a prevenir la acumulación de líquido en las piernas.
  • Evitar el sedentarismo: levantarse y moverse regularmente puede ayudar a prevenir la formación de coágulos sanguíneos y mejorar la circulación.
  • Controlar las enfermedades crónicas: mantener bien controladas enfermedades como la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardíacas puede ayudar a prevenir el edema.

Evitar el sobrecalentamiento: el calor puede causar la dilatación de los vasos sanguíneos y aumentar la retención de líquidos.

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